“El amor no es un hogar es una obra en construcción”.
“Leer Verso es encontrarse con la poeta que a una le hubiera gustado ser. Paula Maffía realiza un asombroso gesto de economía, de acopio de fuerzas en la escritura, y entrega a sus criaturas una inteligencia particular. Una inteligencia sin solemnidad, y esto es muy importante aclararlo. Al contrario, en este acierto en lo escrito, lo que queda en los ojos que leen es perplejidad y picardía.
Sin duda, ella comprende. Quedo extenuada de su erotismo musical, de estas palabras mojadas desde el comienzo hasta el final. Verso manifiesta la relación carnal de su autora con la palabra, que es, en definitiva, el deseo de cualquier persona que escribe: algo así como untar de saliva el papel y esperar a que la poesía se muestre, breve y poderosa. Pienso que un poema no es más que el lenguaje del erotismo, dicho al vacío y para nadie, del mismo modo en que la Maffía arroja sobre el papel sus haikus lésbicos, hasta el hueso preñados de ella misma.
En el tiempo ominoso que nos toca vivir, siempre al borde de desaparecer, la poeta escribe con gracia felina y nos rescata de los lugares comunes en que caemos habitualmente al leer poesía. En Verso se intuye la vida feliz de una artista, la intimidad con sus amantes, con las plantas y animales con que decidió convivir. Aquí encontramos alegría en la vida de todos los días. Aquí están presentes hasta las cosas que salieron mal, aunque se las haya hecho bien.
Para acercarse a este libro es preciso estar desnuda y en paz, body and soul como dice la canción, porque hay poetas como Paula Maffía que escriben sobre el papel como si fuera nuestra propia carne”.
Camila Sosa Villada