Judith Butler examina las maneras en las que opera la hegemonía heterosexual para moderar cuestiones sexuales y políticas colocándose en el centro de los debates de la teoría feminista y de las políticas queer.
El «sexo», ¿es una marca o dato indeleble de la biología? ¿O es una producción, un efecto forzado que fija los límites y la validez de los cuerpos? En Cuerpos que importan, Judith Butler retoma ambos presupuestos y los somete a debate para comprender cómo aquello que fue excluido de la esfera propiamente dicha del «sexo» tiene un retorno perturbador que incide radicalmente en el horizonte simbólico según el cual unos cuerpos importan más que otros. En torno de esta cuestión, apunta a mostrar cómo las restricciones del poder –indisociables de ciertas categorías discursivas y de las diferencias sexuales– delimitan y circunscriben materias y contornos físicos, que marcan un dominio de cuerpos impensables, abyectos, invisibles.
En esta ocasión, Butler continúa la reflexión comenzada en El género en disputa sobre el carácter performativo de la sexualidad y del género, y reconsidera sus propios aportes a la teoría crítica y feminista durante la última década. A través de la lectura de textos de Platón, Freud, Lacan, Foucault, o en polémica con Žižek e Irigaray, la autora examina las maneras en las que opera la hegemonía heterosexual para moderar cuestiones sexuales y políticas. De este modo problematiza la categoría de identidad y moviliza sus alcances políticos, colocándose en el centro de los debates de la teoría feminista y de las políticas queer.