“De todos mis libros, es el preferido por los niños, mucho más que otros; entran en él sin ningún problema. Los adultos, en general, dicen que no comprenden nada”.
Iela Mari
KALANDRAKA recupera un clásico que en 1967, cuando la autora lo publicó por primera vez, contribuyó a revolucionar el panorama de la literatura infantil universal por su atractiva y novedosa propuesta gráfica: se trata de un libro sin texto que destaca por su diseño minimalista y depurado. Con el paso de cada página el lector aprecia el proceso de metamorfosis de un globo en diversos objetos con los que guarda una semejanza: manzana, mariposa, flor...
Con títulos como “El globito rojo” inauguró un estilo casi abstracto que destacaba por la ausencia de realismo y un elevado grado de simplificación cromática, lo que convirtió esta obra en un álbum muy atípico para el público infantil. De ahí su mérito por convertirse en un referente en este género en el que las palabras se sustituyen por imágenes llenas de dinamismo que -lejos del silencio aparenteevocan múltiples figuras.
“Imaginé estos álbumes porque no encontraba libros que me interesaran para mis propios hijos”, confesó Iela Mari en una entrevista publicada en 1985 por ‘La revue des libres pour enfants’. Le interesaban las transformaciones, los ciclos de la naturaleza o, como ella decía, las “imágenes del nacimiento de la vida”.
